Uniendo fuerzas por el mejoramiento de la KBA Mashpi-Pachijal
La Fundación Imaymana en el marco del Proyecto con el CEPF, une esfuerzos con actores claves de la KBA, generando alianzas con Fundación Futuro, Condesan, Secretaría de Ambiente de Quito, y propietarios privados para la creación de 2 Biocorredores para la conservación del mono capuchino y la pava de monte, especies amenazadas.
El primer paso para unir fuerzas es encontrarnos, y qué mejor lugar para hacerlo que La Reserva Intillacta, sede de la Fundación Imaymana. Ubicada en la cuenca del Río Pachijal, es un punto donde confluyen actores claves como la Fundación Futuro y el Condesan. La experiencia y el conocimiento de cada organización, así como los proyectos que estamos ejecutando, nos convocan a articular nuestros esfuerzos en pro de la conservación y las especies priorizadas.
Uno de los objetivos principales del proyecto financiado por el CEPF es la creación de Biocorredores de conectividad que mejoren el hábitat del mono capuchino (Cebus aequatorialis), especie críticamente amenazada. El Refugio de Vida Silvestre Mashpi-Tayra, gestionado por la Fundación Futuro, tiene una de las pocas poblaciones del mono capuchino en el Ecuador; sin embargo, la pérdida de bosque fuera del Refugio de vida silvestre, limita el acceso de esta y otras especies a la parte baja del cuenca del Río Mashpi. Desde la Fundación Imaymana, les propusimos trabajar en equipo en pro de los corredores de conectividad. Como resultado, logramos una alianza entre las fundaciones que nos permite compartir información de las especies priorizadas, coordinar nuestras acciones de monitoreo y crear unas herramientas que permitan a largo plazo dar sostenibilidad a los corredores de conectividad.
Como parte de la estrategia de articulación, nos reunimos con la Secretaría de Ambiente de Quito, actor clave del sector público, para la sostenibilidad del proceso de conectividad que proponemos desde el proyecto. En este sentido, se trabajará en conjunto para generar los acuerdos con propietarios privados que forman parte de las restauraciones, así como en el proceso de educación ambiental que se realizará en las escuelas de Mashpi, Guayabillas y Pachijal.
Ya en el terreno, hemos logrado los primeros acuerdos de conservación con propietarios e iniciamos el proceso de restauración en 2 fincas, que mejoran la conectividad de las zonas de bosque: una gran noticia, ya que el hábitat del mono capuchino y la pava se está ampliando y mejorando con la siembra de especies nativas que aportarán nuevas fuentes de alimentación. En hora buena para nuestras especies priorizadas.
Hemos realizado un gran paso en el desarrollo del proyecto con estas alianzas, ya que ellas nos permiten la construcción participativa de los biocorredores con actores privados y públicos, estratégicos para la conservación de las especies priorizadas.