Promoviendo el ecoturismo en la Ruta del Takesi para la conservación de ecosistemas frágiles en Cotapata
U trabajo conjunto entre comunidades indígenas, gobiernos municipales, grupos de voluntarios, universidades y CODESPA promovió el uso del código de conducta a turistas durante la temporada alta del Feriado de Semana Santa en Bolivia.

Gracias a una donación del Fondo de Alianzas para los Ecosistemas Críticos (CEPF) y la ejecución de CODESPA, se llevó a cabo la campaña de educación ambiental del «Código de Buenas Prácticas Ambientales» dirigida a turistas senderistas nacionales durante Semana Santa en la Ruta del Takesi (Bolivia).
Para ello, se coordinó con los Gobiernos Municipales de Yanacachi y Palca, universidades y las comunidades indígenas que se encuentran en el trayecto de la Ruta, en los días del 6 al 9 de abril de 2023. El objetivo de la actividad fue reducir los impactos ambientales ocasionados por el turismo masivo y nacional en la zona, a través de la difusión de un código de conducta. Cabe destacar que esta zona es un Área Clave para la Biodiversidad (KBA) y colinda con áreas prioritarias para la conservación.
Más de 1.200 turistas nacionales se unieron para recorrer la ruta a pie durante 2 a 3 días. A lo largo de los 37 kilómetros que abarca la ruta, tuvieron la oportunidad de practicar senderismo y acampar. Del total de turistas que participaron, aproximadamente el 48% fueron mujeres y el 52% hombres, con un promedio de 4 turistas por grupo. Durante la actividad, recibieron información sobre la importancia de cuidar y preservar las especies amenazadas de la zona, como los Bosques de Polylepis, así como las especies emblemáticas Torito Pecho Cenizo (Anariretes alpinus), Remolinera Real (Cinclodes aricomae), Oso Jukumari (Tremarctos ornatus), Cóndor (Vultur gryphus), Puma andino (Puma concolor), entre otros.
Para este propósito, se organizaron grupos de promotores ambientales de universidades públicas, desplegados en 5 puntos a lo largo de la ruta. Estos promotores sensibilizaron a los visitantes sobre los distintos tipos de contaminación ambiental presentes en la zona, enfatizando la gestión adecuada de los desechos y el cuidado de la vida silvestre. También se promovió el consumo de servicios locales ofrecidos por las comunidades indígenas participantes en el proyecto, así como la evaluación de la satisfacción de los servicios turísticos y la gestión conjunta con los gobiernos municipales en actividades como ferias agrícolas, grupos de rescate, manejo de residuos, limpieza de caminos, promoción, entre otras.
Esto dio lugar al establecimiento de un modelo de organización interinstitucional de la ruta, que podría ser implementado durante las temporadas de mayor afluencia turística. De esta manera, el ecoturismo se convierte en una herramienta de conservación y educación tanto para los habitantes locales como para los visitantes.

La Ruta del Takesi
La Ruta del Takesi es un antiguo sendero prehispánico utilizado por culturas como la Tihuanacota para establecer conexiones comerciales y expandir su territorio, enlazando el altiplano con los valles y la selva amazónica boliviana. En la actualidad, esta ruta sigue siendo transitada tanto por comunidades indígenas como por turistas que buscan disfrutar de actividades de senderismo y acampada. A lo largo de esta ruta, se atraviesan diversos pisos ecológicos y ecosistemas, desde las alturas de la cordillera real de Los Andes hasta las zonas cálidas de los Yungas bolivianos. En esta zona de influencia se encuentran ecosistemas frágiles que albergan una amplia variedad de especies de vida silvestre, muchas de las cuales se encuentran en peligro de extinción.
Especies Amenazadas
Ruta del Takesi forma parte de una KBA prioritaria. En esta región, se encuentran especies de gran importancia, como el Telmatobius marmoratus y el Telmatobius verrucosus (anfibios); Agriornis albicauda, Nothocercus nigrocapillus y Spizaetus isidori (aves); y Mazama chunyi y Tremarctos ornatus (mamíferos). Además, se puede observar al matorralero boliviano (Atlapetes rufinucha), una especie de ave endémica de Bolivia.
Las amenazas potenciales para esta zona son la minería, la tala indiscriminada, el sobrepastoreo y el turismo irresponsable. Por esta razón, se están sumando esfuerzos para valorar los ecosistemas frágiles y educar a los diferentes sectores de la sociedad acerca de las prácticas de conservación y los beneficios ambientales que conllevan.