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23 de octubre de 2025

Ciencia, mujeres y ecoturismo para conservar la Magnolia mahechae

En el Valle del Cauca, Colombia, la Magnolia mahechae, conocida como laurel almanegra, se encuentra en peligro de extinción. La Fundación Ecotonos lidera un proyecto para conservarla, de la mano del CEPF y el gobierno de Canadá.

© Juan Sebastián Moreno y Allison Muñoz – Fundación Ecotonos / Escalada de Magnolia mahechae en la Reserva Ecotonos para instalar cámaras trampa.

Redacción: Fundación Ecotonos.

En las montañas del Valle del Cauca, dentro del Área Clave de Biodiversidad (KBA) Bosque de San Antonio/Km18, en Colombia, sobrevive un árbol tan singular como amenazado: la Magnolia mahechae, conocida como laurel almanegra. Esta especie endémica, restringida al bosque nublado, está clasificada como En Peligro (EN) en la Lista Roja de la UICN.

Los resultados del monitoreo más reciente que le han hecho confirman que su situación es alarmante. La regeneración natural del árbol es casi inexistente, los pocos juveniles hallados no garantizan un reemplazo poblacional y su reproducción está comprometida.

Ante esto, la Fundación Ecotonos, con apoyo del Critical Ecosystem Partnership Fund (CEPF) y el gobierno de Canadá, lidera un proyecto para conservar la especie. Para ello, cuenta con un un equipo técnico y acompañó la conformación del grupo comunitario Guardianas de la Magnolia, integrado por mujeres de la zona, quienes son protagonistas de un proceso de conservación con enfoque de género y fuerte arraigo local.

A la fecha, la iniciativa ha realizado 20 talleres sobre naturaleza, ecoturismo, inclusión y ciencia. Estos han tenido una participación promedio de 20 personas (70% mujeres). Cada encuentro permite a las Guardianas de la Magnolia construir herramientas que fortalecen su rol como lideresas y futuras protectoras del bosque.

“Esta experiencia me marcó como mujer, emprendedora y empresaria, brindándome la oportunidad de conectar con la naturaleza y comprender la importancia de la conservación. Ha sido invaluable, pues me inspiró a ser una líder consciente y responsable”, expresó Alexandra Martínez, Guardiana de la especie.

El proyecto organizó 10 recorridos de vigilancia y control para analizar el estado de los individuos adultos y juveniles de Magnolia mahechae. También incluyó la verificación de ejemplares identificados previamente, el control del ingreso de personal ajeno y la prevención de extracción de material vegetal.

© Allison Muñoz y Juan Camilo González – Fundación Ecotonos / Equipo experto en escalada de la Fundación Ecotonos, instalando cámaras trampa.

Retos científicos para conservar la Magnolia mahechae

El componente científico del proyecto ha revelado serias dificultades para la conservación de la Magnolia mahechae. Una de ellas es su nula regeneración natural. La investigación no registró plantas recién germinadas en 80 parcelas establecidas en la Reserva Gustavo H. Kattan y en otros fragmentos de bosque. Solo hallaron 23 individuos juveniles, situación crítica ya que si no alcanzan la etapa adulta reproductiva, aumenta el riesgo de pérdida de especies.

El proyecto también seleccionó cinco individuos para un monitoreo detallado con cámaras trampa. Cada uno registró un promedio de nueve botones florales. Los botones que lograron desarrollarse, sin embargo, no alcanzaron la fase de floración durante los tres meses de seguimiento. Esto confirma un desarrollo reproductivo lento y pérdidas tempranas.

La inicativa escaló 10 árboles y en cinco de ellos instaló cámaras trampa para registrar órganos reproductivos y posibles polinzadores, pero como la altura promedio que tenían era de 21 metros, hubo una complejidad logística y física de acceder al dosel para el estudio de su biología reproductiva.

Estos hallazgos evidencian un vacío crítico en el ciclo de vida de la especie y refuerzan la urgencia de acciones de conservación a gran escala. Por ello, se requiere no solo continuar con el monitoreo científico, sino también avanzar en estrategias de restauración de hábitat, propagación en viveros, protección legal de los fragmentos boscosos y participación activa de las comunidades locales.

“Es muy desalentador no poder ver flores en estos momentos. Los botones que hemos registrado y grabado con cámaras trampa han abortado y los árboles no presentan un desarrollo floral completo. Esto indica que la Magnolia mahechae enfrenta más problemas de los que imaginábamos y que su situación reproductiva es aún más frágil”, lamentó Allison Muñoz, investigadora del equipo técnico de Ecotonos.

En articulación con Ecotonos, la Fundación Ecovivero ha consolidado la base de datos más completa hasta la fecha sobre Magnolia mahechae, con 56 registros de ocurrencia que sirven como insumo principal para la elaboración de un modelo de distribución presente y futura bajo escenarios de cambio climático.

Ambas fundaciones proyectan la elaboración de una publicación científica que reúna la información más completa disponible sobre la especie, incluyendo su ecología, distribución actual y potencial, así como una propuesta de reclasificación de su estado de conservación bajo los criterios de la UICN.

Bioemprendimientos y ecoturismo: sembrando alternativas

El proyecto también ha abierto una puerta a nuevas oportunidades para las comunidades locales a través de bioemprendimientos. Si bien el proceso no ha concluido, la temática que más ha despertado interés hasta ahora es el ecoturismo y, en particular, el aviturismo, aprovechando la riqueza natural de la reserva y la presencia de especies de alto valor de conservación, como la Magnolia mahechae y diversas aves endémicas y amenazadas.

Paralelamente, las Guardianas de las Magnolias han comenzado a diseñar rutas de ecoturismo no solo dentro de la reserva, sino también en su propio entorno. Estas acciones fortalecen la identidad del territorio, promueven la apropiación del espacio que habitan y consolidan un modelo comunitario de conservación.

A través de talleres prácticos, las guardianas y líderes comunitarios han empezado a formarse en temas como observación de aves, diseño de experiencias turísticas responsables y elaboración de productos locales con identidad, sentando las bases para iniciativas que, en el corto plazo, podrían diversificar la economía local.

El avistamiento de aves se perfila como una herramienta poderosa para vincular la conservación con la generación de ingresos, mientras que las iniciativas de bioemprendimientos buscan consolidar opciones que reduzcan la presión sobre el bosque.

Gracias al apoyo del CEPF, Patrimonio Natural y aliados locales, la Fundación Ecotonos y las Guardianas de la Magnolia demuestran que la ciencia, el liderazgo femenino y el compromiso comunitario pueden cambiar su destino. Protegerla es proteger el futuro del Bosque de San Antonio y de quienes lo habitan.

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